El empleo de mapas conceptuales tiene su origen a comienzos de los años 70, a través
de los cuales se pretendía abrir caminos nuevos en las estrategias que los
alumnos siguen a la hora de entender los conceptos básicos.
Los mapas conceptuales tienen que ser desarrollados
por los alumnos a través de un diálogo con los materiales propuestos por el
profesor (un texto, un dibujo…), ya que proporcionarle al alumno en mapa mental
elaborado para que se lo memorice no es la mejor estrategia didáctica para que
el alumno aprenda.
Por lo tanto, el objetivo de los mapas
conceptuales es que el alumno analice el
material, localice los conceptos que son clave y busque relaciones y jerarquías
entre ellos.
A continuación, os dejo los pasos que habría
que seguir para realizar un mapa conceptual:
- Leer y comprender el texto
-Localizar y subrayar las ideas o palabras más importantes
-Determinar la jerarquización de las palabas clave
-Establecer relaciones entre ellas
Y como podéis comprobar científicos y científicas,
hoy en clase junto con los estados de agregación de la materia, vistos en la
entrada anterior, no solo hemos trabajado la herramienta de elaborar murales o
posters, sino también mapas mentales. Es una herramienta muy útil para
emplearla con los alumnos, pues es muy divertida para utilizarla y muy atractiva
para ser usada con los niños.
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